¿Porque siento nauseas? Posibles causas

cancer de colon colitis ulcerosa enfermedad de crohn intestino irritable Oct 11, 2023
¿Porque siento nauseas? Posibles causas

Las náuseas, esa sensación incómoda y desagradable en el estómago con una fuerte inclinación al vómito, son una experiencia que la mayoría de nosotros ha enfrentado en algún momento de nuestras vidas. Estas pueden ser causadas por diversos factores, desde algo tan simple como una mala comida hasta condiciones médicas más serias. En este artículo, vamos a explorar las diversas causas de las náuseas para entender mejor este desafío común y cómo podemos manejarlo.

 

Trastornos gastrointestinales

Los trastornos gastrointestinales son una de las causas más comunes de náuseas. Estos pueden incluir:

Gastritis: 

La gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago. Puede ser aguda o crónica y suele estar relacionada con la irritación del revestimiento gástrico debido a varias causas. Esto puede incluir infecciones bacterianas, como la bacteria Helicobacter pylori, uso prolongado de ciertos medicamentos como AINEs (antiinflamatorios no esteroides), consumo excesivo de alcohol, estrés crónico o irritantes químicos. La gastritis puede causar síntomas como náuseas, dolor abdominal, vómitos, sensación de ardor y plenitud después de comer.

Gastroenteritis:

La gastroenteritis es una inflamación del tracto gastrointestinal que involucra el estómago y el intestino delgado. Suele ser causada por infecciones virales, bacterianas o parasitarias a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, dolor abdominal y malestar general. La gastroenteritis a menudo se asocia con gastroenteritis viral, comúnmente conocida como "gripe estomacal", que puede ser altamente contagiosa.

Reflujo gastroesofágico (ERGE):

El reflujo gastroesofágico es una condición en la que el ácido del estómago regresa al esófago debido a un mal funcionamiento del esfínter esofágico inferior. Esto puede irritar el esófago y causar náuseas, acidez estomacal, regurgitación ácida, dolor en el pecho y dificultad para tragar. Los desencadenantes comunes incluyen alimentos grasos, picantes, cafeína, alcohol, tabaco y estar acostado después de comer.

Úlceras pépticas:

Las úlceras pépticas son lesiones en el revestimiento del estómago o del intestino delgado, generalmente causadas por la bacteria Helicobacter pylori, uso prolongado de AINEs o exceso de ácido estomacal. Estas úlceras pueden causar náuseas, dolor abdominal, indigestión, ardor estomacal y pérdida de peso. Si no se trata, las úlceras pueden provocar complicaciones graves, como sangrado interno o perforación del tracto digestivo.

 

Embarazo

Las náuseas matutinas son un fenómeno común y característico que experimentan muchas mujeres durante el primer trimestre del embarazo. Estas náuseas, aunque se les llama "matutinas", pueden presentarse en cualquier momento del día, no solo por la mañana. Este fenómeno se atribuye principalmente a los drásticos cambios hormonales que ocurren en el cuerpo de la mujer durante el embarazo.

Durante el primer trimestre, el cuerpo produce una cantidad significativamente mayor de hormonas, incluyendo la gonadotropina coriónica humana (hCG), estrógenos y progesterona. Estas hormonas son esenciales para el adecuado desarrollo del embarazo y la protección del feto. Sin embargo, también pueden desencadenar una variedad de síntomas, siendo las náuseas uno de los más comunes.

Las náuseas matutinas pueden variar en intensidad, desde una sensación leve de malestar hasta episodios de vómitos repetitivos. A veces, ciertos olores, sabores o incluso la visión de ciertos alimentos pueden desencadenar estas náuseas. Para algunas mujeres, estas náuseas pueden ser tan graves que interfieren con su capacidad para llevar a cabo las actividades diarias de manera normal.

A pesar de que las náuseas matutinas pueden resultar incómodas y desagradables, en la mayoría de los casos, no representan un riesgo grave para la salud de la madre o el bebé. Por lo general, disminuyen o desaparecen a medida que avanza el embarazo, especialmente después del primer trimestre.

 

Intoxicación alimentaria

Consumir alimentos o bebidas contaminadas con bacterias, parásitos o toxinas puede desencadenar una condición conocida como intoxicación alimentaria. Esta es una afección común que afecta a muchas personas en todo el mundo y puede provocar síntomas como náuseas y vómitos, junto con otros como diarrea, fiebre, dolor abdominal y malestar general. La intoxicación alimentaria suele ser de naturaleza temporal y desaparece por sí sola en unos días, aunque puede variar en gravedad y duración según el tipo de contaminante y la salud general de la persona afectada.

Algunos ejemplos comunes de intoxicación alimentaria incluyen la infección por la bacteria Salmonella a través de alimentos contaminados como huevos crudos o carne insuficientemente cocida, o la intoxicación por la bacteria Escherichia coli (E. coli) a través de productos lácteos no pasteurizados o carne contaminada. Otra causa frecuente de intoxicación alimentaria es la bacteria Campylobacter, que puede encontrarse en alimentos contaminados con agua no tratada o carne cruda contaminada. Además de las bacterias, los parásitos también pueden causar intoxicación alimentaria; por ejemplo, la intoxicación por giardia se produce al consumir agua o alimentos contaminados con el parásito Giardia lamblia.

Las toxinas producidas por bacterias también pueden ser responsables de la intoxicación alimentaria. Un ejemplo es la intoxicación alimentaria por la bacteria Staphylococcus aureus, que produce toxinas en alimentos como ensaladas, carnes o productos lácteos mal manipulados o almacenados incorrectamente. Estas toxinas pueden causar náuseas, vómitos y malestar estomacal en poco tiempo después de consumir el alimento contaminado.

La duración y gravedad de la intoxicación alimentaria varían según el tipo de contaminante y la salud general de la persona afectada. En la mayoría de los casos, los síntomas son temporales y desaparecen en uno o dos días con reposo, hidratación adecuada, remedios caseros y, en algunos casos, cambios en la dieta.

 

Efectos secundarios de medicamentos o suplementos

Algunos medicamentos pueden desencadenar náuseas como un efecto secundario. Esta reacción adversa es común con varios tipos de medicamentos, incluyendo antibióticos, analgésicos fuertes, quimioterapia y ciertos suplementos. Es fundamental comprender que la reacción de cada persona a un medicamento puede variar y, por lo tanto, no todas las personas experimentarán náuseas como resultado de su uso.

Los antibióticos, que se utilizan para tratar infecciones bacterianas, son conocidos por causar molestias estomacales, náuseas y, en algunos casos, vómitos. Esto puede deberse a que los antibióticos también pueden afectar la flora intestinal normal, causando desequilibrios temporales en el sistema digestivo. Lee aquí: Antibióticos - tips para cuidar tu salud durante el tratamiento.

Los analgésicos fuertes, especialmente aquellos en la clase de los opioides, como la morfina y la codeína, son otro grupo de medicamentos que a menudo causan náuseas como efecto secundario. Estos fármacos se utilizan para controlar el dolor moderado a severo, pero pueden desencadenar malestar estomacal y náuseas.

La quimioterapia, empleada para tratar varios tipos de cáncer, es infame por sus efectos secundarios, entre los que se incluyen las náuseas y los vómitos. Aunque se han desarrollado medicamentos específicos para ayudar a controlar estos síntomas, la quimioterapia puede irritar la mucosa gástrica y desencadenar náuseas de forma significativa.

Incluso ciertos suplementos, como el hierro y algunos complementos vitamínicos, pueden generar náuseas en algunas personas, especialmente si se toman con el estómago vacío o si la dosis es alta.

 

Migraña

Las migrañas pueden ir acompañadas de diversos síntomas, siendo las náuseas y los vómitos dos de los más comunes. Muchas personas que sufren de migrañas experimentan náuseas y, en algunos casos, vómitos antes, durante o después de un episodio de migraña. Estos síntomas pueden empeorar la experiencia dolorosa y debilitante de la migraña.

Durante la fase inicial de una migraña, denominada "aura", algunas personas pueden experimentar sensaciones o síntomas visuales, auditivos o táctiles, seguidos de un dolor de cabeza pulsátil o punzante. Durante esta fase o antes de que aparezca el dolor de cabeza, es común sentir náuseas, lo cual puede llevar a la aversión a los alimentos y, en algunos casos, al vómito.

Durante el pico de la migraña, cuando el dolor de cabeza es más intenso, las náuseas pueden alcanzar su punto máximo y acompañarse de sensibilidad a la luz y al sonido, así como de irritabilidad. Estos síntomas empeoran la calidad de vida durante el ataque de migraña y pueden hacer que la persona afectada busque un ambiente oscuro y tranquilo para aliviar la sensación de malestar.

Después de que la migraña ha disminuido en intensidad o se ha ido por completo, algunas personas pueden seguir experimentando náuseas o sensación de malestar estomacal residual durante un período variable. Este fenómeno posmigraña puede ser parte del proceso de recuperación y, aunque las náuseas suelen disminuir con el tiempo, pueden persistir hasta que el cuerpo se recupere por completo.

 

Estrés y ansiedad

El estrés y la ansiedad son fenómenos comunes en nuestra vida cotidiana y pueden ejercer un fuerte impacto no solo en nuestra salud mental, sino también en nuestra salud física. Uno de los sistemas que se ve significativamente afectado por el estrés es el sistema digestivo.

Cuando experimentamos estrés extremo o ansiedad, el cuerpo responde liberando hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas pueden afectar la forma en que funciona nuestro sistema digestivo. El cortisol puede aumentar la producción de ácido en el estómago, lo que puede llevar a una sensación de ardor en el estómago o acidez estomacal.

Además, el estrés y la ansiedad pueden alterar nuestros hábitos alimenticios. Algunas personas tienden a comer en exceso o a recurrir a alimentos poco saludables y reconfortantes como dulces o alimentos grasos cuando están estresadas o ansiosas. Esto puede irritar el sistema digestivo y provocar síntomas como náuseas, malestar estomacal, gases y diarrea.

Las náuseas son un síntoma común experimentado por muchas personas durante períodos de estrés intenso. La sensación de mariposas en el estómago o una especie de nudo en la garganta son ejemplos de cómo el estrés puede manifestarse físicamente en la región del abdomen. En algunos casos, el estrés crónico también puede desencadenar trastornos gastrointestinales como el síndrome de intestino irritable (SII), que se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, y sí, náuseas.

 

Trastornos del oído interno

Los trastornos del oído interno, como el vértigo y la enfermedad de Ménière, pueden desencadenar síntomas que afectan al equilibrio y la coordinación del cuerpo, lo que a su vez puede provocar náuseas y mareos. Estos trastornos están relacionados con el órgano vestibular en el oído interno, que es crucial para el sentido del equilibrio. Puede sentirse como si tú o tu entorno estuvieran en movimiento, girando o tambaleándose. Este síntoma puede provocar náuseas y vómitos debido a la desorientación sensorial que genera, ya que el cerebro recibe señales contradictorias del sistema vestibular, los ojos y la propriocepción.

 

Problemas en el hígado o riñones

Problemas hepáticos o renales, como la hepatitis, cirrosis o insuficiencia renal, pueden manifestarse con síntomas gastrointestinales, incluyendo náuseas y vómitos. Estas afecciones afectan directamente el sistema digestivo y pueden generar molestias y trastornos en él.

En el caso de la hepatitis, que es una inflamación del hígado comúnmente causada por infecciones virales, alcohol, drogas o enfermedades autoinmunes, es frecuente experimentar náuseas, vómitos, pérdida de apetito y malestar general. Estos síntomas son resultado de la inflamación del hígado y la alteración de su función para desintoxicar y procesar sustancias.

La cirrosis es una condición crónica del hígado caracterizada por la formación de tejido cicatricial debido a daño continuo, generalmente causado por enfermedad hepática crónica o abuso prolongado de alcohol. Quienes padecen cirrosis pueden experimentar náuseas y vómitos debido a la acumulación de toxinas en el cuerpo y a la disminución de la función hepática.

En el caso de la insuficiencia renal, tanto aguda como crónica, la capacidad de los riñones para filtrar y eliminar toxinas se ve comprometida. Esto lleva a una acumulación de desechos en el cuerpo, lo que puede resultar en náuseas, vómitos, pérdida de apetito y malestar estomacal. La uremia, una condición que ocurre cuando los productos de desecho se acumulan en la sangre debido a la insuficiencia renal, puede causar náuseas y vómitos graves.

Estos síntomas gastrointestinales, como las náuseas y los vómitos, son señales de alarma importantes y deben ser evaluados por un profesional médico.

 

Condiciones psiquiátricas

Los trastornos psiquiátricos, como la bulimia, la anorexia nerviosa y la depresión, pueden desencadenar náuseas y trastornos alimentarios. Estos trastornos representan complejas interacciones entre la salud mental, las emociones y el comportamiento alimentario, y pueden tener graves consecuencias para la salud física y emocional de quienes los padecen.

En el caso de la depresión, puede llevar a cambios significativos en el apetito y los patrones de sueño. Las personas que experimentan depresión a menudo pueden tener un apetito reducido o aumentado, lo que puede resultar en náuseas y molestias estomacales.

Estos trastornos psiquiátricos a menudo están interconectados y pueden empeorarse mutuamente.

 

Manejo de las náuseas

El manejo de las náuseas depende de la causa subyacente. Aquí hay algunas estrategias generales:

  • Descanso y relajación: practica técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación para reducir el estrés y la ansiedad.

  • Dieta blanda: consume alimentos suaves y fáciles de digerir, como galletas saladas, arroz, manzanas y pan tostado.

  • Hidratación: mantente bien hidratado con agua, caldos claros o bebidas deportivas que repongan los electrolitos.

  • Modificación de estilo de vida: realiza cambios en tu estilo de vida, como seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente.

Las náuseas pueden ser desafiantes y desagradables, pero son un síntoma común con muchas causas posibles. Identificar la causa subyacente es fundamental para un tratamiento y manejo efectivos. Si las náuseas persisten o se acompañan de otros síntomas preocupantes, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud. Recuerda que entender las causas y manejarlas adecuadamente puede mejorar tu calidad de vida y brindarte alivio de este síntoma incómodo.

 

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